Los recortes económicos y las políticas de austeridad también han acabado por afectar a los animales que tienen las familias como mascotas. La atención de éstos en las veterinarias ha disminuido entre un 20% y un 30% a causa de la crisis, porque cuando llega la hora de priorizar gastos se tiene más en cuenta el bienestar mínimo de la familia que el cuidado del animal.

Así lo confirma la clínica veterinaria que se encuentra en la calle Rovira y Virgili, cuyo veterinario destaca que «hemos notado una importante disminución de clientes desde el principio de la crisis. Además ha aumentado el IVA, que en setiembre de 2012 opasó de un tipo del 18% a otro del 21%, y esto ha afectado tanto a las clínicas como a los dueños de animales, que se lo piensan dos veces antes de traernos a su mascota».

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